"¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?": Lenguaje verbal y no verbal.
¿Se acuerdan de que los estudiantes se habían llevado "de tarea" un pétalo, una hoja, o una parte del tallo de una caléndula de cartulina, para escribir un texto propio? Bueno, cada uno volvió a clase con sus textos. Los temas fueron variados, y los tipos de texto, también.
Con el profe Gustavo los invitamos a grabarlos en video, para después vernos. La idea es ir mejorando poco a poco nuestras lecturas.
Desde siempre se ha sabido que, más allá de lo que decimos y cómo lo decimos, nuestra presencia se conforma en buena parte con todo aquello que expresamos sin palabras.
Nuestras posturas corporales y nuestro lenguaje no verbal pueden llegar a influir e incluso cambiar nuestro estado de ánimo. Esto resulta especialmente útil cuando, por ejemplo, tenemos que afrontar una entrevista de trabajo o una reunión o conversación complicada. Si queremos acudir a ella sintiéndonos seguros, presentes y asertivos para salir triunfantes de la situación, tenemos que saber que lo mejor que podemos hacer es adoptar posturas corporales expansivas. Hacerse grande es una estrategia adaptativa muy común en la naturaleza.
El lenguaje corporal expansivo y abierto está estrechamente asociado con la dominación en el reino animal, como en el caso de los humanos, de primates no humanos, de perros, gatos serpientes, peces, aves y de otras muchas especies. Cuando nos sentimos poderosos nuestro cuerpo se expande. El estatus y el poder, sean temporales o estables, benevolentes o siniestros, se expresan por medio de manifestaciones no verbales evolucionadas: miembros extendidos, la ocupación de un mayor espacio vital, una postura erguida. Pensá en La Mujer Maravilla y en Superman. Cuando nos sentimos poderosos nos estiramos, levantamos la barbilla, y erguimos la espalda. Abrimos el pecho. Separamos los pies. Alzamos los brazos.
Después miramos los videos, y vimos...¿qué vieron ustedes que nos podría ayudar a mejorar nuestro lenguaje corporal? Nuestros estudiantes se dieron cuenta de que, al estar sentados, todos movían las piernas o los pies, o las dos cosas. Eran nervios, así que seguimos pensando estrategias para mejorar.
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